México 22 de octubre de 2021.-
Interrupciones y repeticiones. Dificultades en la comunicación cuyo origen puede ser neurológico, psicológico o incluso social. Muchas dudas, mitos y prejuicios rodean a este trastorno en el ritmo del habla que afecta al 1% de la población mundial. Unos 67 millones de personas presentan algún grado de tartamudez, trastorno que conmemora su Día Internacional de concientización.
El 5 % (más de 3 millones) son niños. Quienes tartamudean saben lo que quieren decir, sólo que tienen dificultades para expresarlo. Así, al hablar pueden repetir sonidos, sílabas o palabras; prolongar en exceso el sonido de una palabra o detenerse repentinamente en medio de una sílaba por la imposibilidad de emitir un sonido “complejo”.
Aunque en ocasiones el tema es subestimado en la infancia, lo cierto es que las dificultades para hablar con fluidez tienen profundos efectos en la vida de quienes las manifiestan: en muchos casos tienden a aislarse y desarrollar una personalidad tímida, insegura y ansiosa, además de baja autoestima como consecuencia de las limitaciones para comunicarse con los demás.
Día Internacional de la Tartamudez: ¿por qué se conmemora hoy 22 de octubre?
En 1998, la Asociación Internacional de Tartamudos (ISAD) estableció el 22 de octubre como Día Internacional de la Tartamudez o Día Mundial de la Conciencia del Tartamudo. El objetivo de esa fecha es promover la detección temprana, eliminar prejuicios y estereotipos y evitar la discriminación a las personas que conviven con este trastorno.
Desde entonces, la iniciativa del Día Internacional de la Tartamudez movilizó a las comunidades médicas, grupos de autoayuda, medios de comunicación y organismos de los distintos países para desarrollar en esa jornada acciones y campañas concretas para sensibilizar a la población. En definitiva: respetar a las personas con tartamudez y favorecer su inclusión e igualdad de oportunidades.
Cómo detectarlo en los niños
La tartamudez tiende a manifestarse entre los dos y los cuatro años, aunque en ocasiones puede confundirse con la dificultad habitual que en esa etapa presentan los niños en el desarrollo del lenguaje y que los lleva a hablar de manera entrecortada simplemente por emoción, cansancio o vergüenza.
En la mayoría de los casos, esos problemas de fluidez verbal se corrigen por sí solos con el crecimiento. Pero en algunos niños y niñas se mantienen y los trastornos en el habla se hacen cada vez más visibles y crónicos.
Parpadear, tensar los labios y la mandíbula, tics faciales e incluso mirar hacia un costado –evitando el contacto visual- durante una conversación, serán también señales corporales a tener en cuenta para acudir a un especialista.
Es fundamental buscar ayuda profesional cuando se detectan los primeros síntomas ya que existen distintas terapias del lenguaje que contribuyen a disminuir la tartamudez y favorecer un mejor desenvolvimiento en la vida cotidiana, tanto en la infancia como en la adultez.
Diversos estudios científicos han determinado que solo uno de cada 20 chicos tartamudea y, si se lo trata a tiempo, el trastorno se puede reducir significativamente al llegar a la adolescencia.
La Clínica Mayo de los Estados Unidos recomienda realizar una consulta con un logopeda –especialista en el tratamiento y corrección de trastornos que afectan a la voz, a la pronunciación y al lenguaje-, en caso de que el tartamudeo dure más de seis meses.
También cuando se presente en simultáneo con otros trastornos del habla o del lenguaje, cuando continúe a medida que el niño crece, cuando esté acompañado con tensión muscular u otras señales corporales, repercuta en la capacidad de comunicarse de manera eficaz en la escuela o en las interacciones sociales o provoque ansiedad, miedo o rechazo a situaciones en las cuales se deba hablar en público.
Con información de (AMX Noticias)